Sin palabras
16:05 | Author: Atalanta
















La satisfacción. Gustav Klimt. 1905-09















El beso. Gustav Klimt. 1907-08




























La novia del viento. Oskar Kokoschka, 1914

Abrazo. Egon Schiele. 1917













Muerte y muchacha. Egon Schiele, 1915








El abrazo
16:32 | Author: Atalanta











Abrazo. Egon Schiele. 1917


Material: óleo sobre lienzo




Medidas:100 x 70 cm


Museo:Österreichiste Galerie, Viena





Con la obra de Egon schiele queda terminado el triángulo vienés. Hemos efectuado una breve aproximación a una ciudad en la que tres artistas, en la misma época, plantean tres obras tan similares y al mismo tiempo tan diferentes.

Egon Schiele nace en Tully el 12 de Junio de 1890. En 1905 muere su padre y es enviado con su tío que pronto descubre su talento artístico y lo envía a la Academia de Bellas Artes de Viena. Allí, Schiele esperaba aprender las técnicas artesanales además de las puramente artísticas, sin embargo, durantes los primeros años únicamente le enseñan a dibujabar y pintabar al estilo clásico antiguo. Este ambiente cerrado y conservador le resulta frustrante y decide buscar otros modelos fuera de la Academia. Un momento clave de su formación tiene lugar cuando conoce personalmente a Gustav Klimt y su obra, Schiele siempre lo considerará su maestro y sus primeras obras están muy influenciadas por él.

En 1909 abandona la Academia de Bellas Artes y junto a otros artistas funda la Neukunstgrupe (grupo del nuevo arte), en su papel de presidente, Schiele desempeña un papel prioritario en la organización de la primera exposición del grupo.

A partir de 1910 la obra de Schiele comienza a alejarse de Klimt y afianza sus propias características: las líneas angulosas y los contornos marcados.

Schiele entiende el dibujo como un fin en sí mismo, un género autónomo, independiente del óleo, es mucho más que el boceto de un cuadro que ha de ser terminado. El dibujo es una obra completa que termina con su propia existencia.

El trazo de Schiele es nervioso, afilado, no existen las líneas rectas sino un infinito zig zag. En muchas ocasiones deja líneas inacabadas, de manera que es el ojo del espectador el que debe terminar el trazo. Es una manera muy eficaz de involucrar al observador con la obra.

El uso del color está subordinado a la línea, la línea da forma, los contornos perfectamente delimitados son una constante en sus dibujos y pinturas.


Entre 1910 y 1915 la paleta cromática de Schiele está compuesta fundamentalmente de colores oscuros: negros, marrones y verdes. Estos tonos aportan un aspecto de tristeza y melancolía que no acaba de gustar a sus contemporáneos. Sin embargo. a partir de la Primera Guerra Mundial incorpora colores más claros y luminosos. y en sus últimas obras el color adquiere su propio valor, en este momento el color es determinante para definir el volumen, la forma y para crear ambiente.


La pintura erótica es una parte esencial de la obra de Schiele. Sus imágenes se apartan del erotismo sutil y la elegante sensualidad del modernismo y se centran en la sexualidad como pulsión humana.

Los desnudos de Schiele muestran sin pudor los órganos genitales masculinos y femeninos. Los desnudos oficiales de la época no concebían el mostrar tanto la vulva como el vello púbico. Pero, al mismo tiempo, el desnudo desvela una preocupación existencial, sus cuerpos extremadamente delgados y angulosos evocan la fragilidad del cuerpo humano, tan vulnerable a los efectos del tiempo. Y el instinto sexual se muestra como una obsesión, una compulsion. Muchas de sus inexpresivas y rígidas figuras parecen más atormentadas que lascivas.


La composición de el "Abrazo" recuerda a la que hemos visto en "La novia del viento" de Kokoschka: una pareja de amantes se abraza sobre una sábana blanca y un fondo neutro de color verdoso.

En este caso el abrazo es intenso, forma parte del propio acto sexual y por ello los cuerpos están alerta, con los músculos tensos.
En primer plano destaca la figura masculina que envuelve a la mujer con su cuerpo. Sus brazos se entrelazan, formando un nudo y la mano de ella acaricia el rostro masculino.

La sábana sobre la que se tienden recoge la mayor parte de la luz, y en la zona inferior los pliegues se arremolinan a causa del moviento de las piernas de los amantes.

Como es habitual en Schiele líneas gruesas y profundas remarcan los contornos de las figuras y de la sábana. El fondo plano, neutro, acentúa la atención sobre la pareja.

La mano izquierda de la mujer repite un gesto típico del autor: con los dedos extendidos y formando una "V", el significado del gesto no está claro pero es común a varios autoretratos y otras obras.